Cabañas cumple la mayoría de edad motera

El punto de encuentro estaba de nuevo en el bar motero, tipo country americano, La Granja, decorado con todo tipo de detalles moteros, especialmente de Harley-Davidson, las grandes rutas americanas como la ruta 66 y la Route401, que también da nombre a la ruta toledana entre Madrid y Toledo, por coincidir la antigua numeración de la carre­tera nacional.

Allí nos esperaban con ganas de darlo todo nuestros amigos de la Peña Motera HVE, or­ganizadores del evento junto con David Ro­dríguez, director de La Granja y harlista de profesión.

Una vez juntas un buen número de motos venidas de todas partes, iniciamos una ruta mototurística por la comarca de La Sagra, pasando por Magán, haciendo parada en la plaza del Ayuntamiento de Mocejón, donde en uno de sus bares estuvimos viendo las emocionantes carreras de MotoGP, para des­pués seguir por la ruta de la cerámica toleda­na, pasando por Añover de Tajo, Alameda de la Sagra, Pantoja, y parada gastronómica en Numancia de La Sagra, donde nos esperaba una buena comida castellana, en la que no faltaron las típicas carcamusas con tomate y donde nuestro amigo Raúl del Moon, de Cabañas, demostró su maestría con el grifo de cerveza.

Después de la comida seguimos por la ruta turístico-literaria del ilustre caba­llero Don Quijote de La Mancha, para llegar de nuevo a Cabañas, donde en el apetecible patio del bar La Granja nos esperaban más actividades, entre ellas el sorteo de regalos, con jamón y cascos incluidos.

Después de los sorteos, David, de La Granja, y la Peña motera HVE dieron a todos las gracias por la asistencia y nos citaron a todos el año que viene, para después con­tinuar con el concierto de Relikias, que su­pieron tener entretenido al personal toda la tarde con sus temas rock, para lo que mon­taron una gran infraestructura de escenario en el que estaba también expuesto el Cadi­llac blanco multiusos de nuestro polifacético amigo Javier, de la Rumboneta Toledo, que nos hizo una buena demostración musical con guitarra española, gracias a su amigo el Eskimal.

En definitiva, un gran día motero en com­pañía de todos, en el que la peña motera HVE sabe innovar cada año con activida­des nuevas, y ya tiene fieles seguidores de todos los años, pues son de estos eventos en los que nos conocemos todos, somos tratados con amabilidad y sencillez y los organizadores se siguen acordando de sus visitantes de un año para otro.

Agradecer a toda la Peña HVE, David de la Granja y a Jesús Flores sus atenciones y amistad, pues si algo saben hacer, es tratar bien a los ami­gos cuando van a visitarles a Cabañas. Nos vemos en Cabañas, saludos y ráfagas.

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