Pocas veces se tiene la suerte de rodar en un circuito tan único como el de Yas Marina, en Abu Dabi; hacerlo de noche, con los focos iluminando el espectacular trazado, contando con las últimas motos deportivas del momento; con pilotos-monitores de la talla de nuestro José Luis Cardoso (¡gracias, José!), el australiano Josh Brookes y la alemana Nina Prinz, y con unos neumáticos que gustaron a todos los presentes (y no siempre es así, os lo aseguro).
Bridgestone ha mejorado sus deportivos de calle en aquellos puntos susceptibles de hacerlo y que potencian básicamente su vertiente deportiva, pero no únicamente esa faceta.
¿En qué puntos es mejor el nuevo S21? Especialmente en agilidad, manejabilidad y agarre en seco, pero también en durabilidad –en este último punto, exactamente un 36 % más que el S20 Evo anterior, según Bridgestone–, mientras que se mantienen las prestaciones en mojado.
El neumático delantero, hecho en dos compuestos de tres capas, ha sido diseñado con un perfil exterior más pequeño para mejorar la manejabilidad y la precisión en las curvas y, al mismo tiempo, se le ha dotado de mayor rigidez para mejorar la estabilidad y precisión. En cuanto al trasero, construido con tres compuestos en cinco capas, dispone de un perfil exterior menos angulado (más suave) que, combinado con la construcción optimizada del cinturón y la nueva posición de los surcos, aumenta la estabilidad en las curvas. El menor deslizamiento en el área de contacto reduce el desgaste y mejora el kilometraje. Ambos neumáticos disponen de un nuevo compuesto en la zona del hombro que mejora el agarre en seco.
Todas estas pruebas se han podido optimizar gracias a la utilización, por primera vez, del centro Ultimate EYE (U-EYE) del Bridgestone I+D, donde se reproducen de modo indoor todas las condiciones posibles, tanto dinámicas (inclinación, velocidad, etc.) como climatológicas, de uso del neumático, y esto ha permitido optimizar su diseño y composición.
Aunque Bridgestone deja claro que este no es un neumático de competición, sino de calle, la verdad es que en el exigente Yas Marina Circuit, con curvas de todo tipo y hasta cuatro chicanes, el comportamiento de los S21 nos sorprendió a todos los presentes. De entrada y nada más empezar, demuestra que no es nada remolón a la hora de inclinar con rapidez, pues muestra una buena agilidad y facilita la entrada en curvas. La estabilidad es notable, ya que normalmente no manifiesta movimientos en estas curvas rápidas y demuestra el buen trabajo en la carcasa, y más tratándose de un neumático de calle, que debe ser mínimamente confortable y amortiguar las irregularidades. La manejabilidad –el mover la moto de lado a lado en las chicanes– se resolvía también con mucha solvencia.
En cuanto al agarre, nos pareció muy bueno a todos los compañeros –por lo menos en seco–, incluso en las curvas más rápidas, y solo en la última tanda –tras llevar diez a sus espaldas y con una temperatura ambiente elevada– manifestaban algún ligero deslizamiento de atrás, siempre suavemente y avisando. Y es que algún compañero se tomó la prueba como si de un GP se tratase…
En las tremendas frenadas antes de las chicanes, la parte delantera ni se movía y la trasera prácticamente tampoco, solo deslizando suavemente si éramos bruscos a la hora de reducir. Hay que apuntar que para esta prueba los técnicos bajaron las presiones de calle (2,5 y 2,9 kg) a unas más adecuadas para un uso exigente en circuito (2,3 y 2,2 kg).
En definitiva, y con tan solo restando por comprobar su agarre en mojado –y ese 36 % más de durabilidad anunciado–, los Bridgestone S21 nos parecieron unos neumáticos que darán muchas satisfacciones a aquellos usuarios que salgan los domingos con sus deportivas a dar una vuelta por la sierra o que se animen a marcarse unas tandas en un circuito. Y no lo decimos por decir…