BMW R nineT: ‘Retrofuturo’

La decisión de comercializar esta sorprendente nineT no ha sido ni fácil ni precipitada. En realidad podemos asegurar que el proyecto se inició después de sondear al público en 2007 con la Lo Rider, una moto concept que no se llegó a producir y que despertó un gran entusiasmo entre el público y también en ciertos sectores de la propia BMW que generó un apasionado debate interno.

Por una parte, un sector apoyó la idea de entrar en un sector en el que la parte emocional que provoca la nineT cobra protagonismo. Y por otra parte hubo quien consideraba que la nineT no era tecnológi-camente suficientemente avanzada como para ser una BMW.

Lanzarse a industrializar una moto como la nineT no fue una cuestión fácil, puesto que en BMW y su cultura automovilística se hacen largas sesiones de tests antes de sacar un nuevo producto a la calle. Para amortizar la inversión de una moto como la nineT se tienen que vender muchas unidades y harán falta varios años para que la decisión de Stephan Schaller sea rentable.

Dicen que por el momento se van a comercializar 4.000 unidades, de las que más de 2.000 se van a ir a EE.UU., y por otra parte los alemanes venden que esta nineT va a ser una moto digna de colección, con pocas unidades a la venta. La realidad es que los concesionarios españoles las reciben con cuentagotas.

Pero a mí me da la sensación de que si en BMW Motorrad han invertido en una moto como esta nineT construyendo un nuevo bastidor, éste va a ser la plataforma para futuros modelos de la marca. Motos razonables pero con guiños al pasado y/o al futuro. Motos que tocan la fibra a potenciales clientes que no debemos de olvidar que están por encima de los 40 años, pues no está al alcance de los jóvenes el pagar más de 15.000 euros.

Moderna

El trabajo que ha llevado a cabo el equipo de diseño formado por Edgar Heinrich y Ola Stenegard es en algunos componentes dignos del mejor orfebre. Dicen que es homenaje a aquella R32 de 1923, pero a mí me da la sensación de que este posible recuerdo ha sido una bonita excusa, tal vez un pequeño punto de partida para dejar volar la imaginación.

El depósito de combustible que se tiene que fabricar a mano debido a la complejidad para encajar la batería, tubos, instalación eléctrica, se presenta con un tropezón de aluminio y cuesta unos 800 euros. Los silenciosos que se asoman por el costado izquierdo son un trabajo de Akrapovic. El soporte del asiento en aluminio satinado añade un punto tecnológico en un ambiente retro. Puro contraste con el asiento estrechito y con una doble y visible costura. El plástico sólo se delata en el soporte de la matrícula. El basculante es exclusivo para este modelo que monta una rueda de 180. Más aluminio en la proa en el soporte del pequeño guardabarros delantero, con llantas de radios. Fuera, el Telelever, horquilla convencional heredada de la deportiva S1000RR pero sin ajustes, en una moto que en el fondo se presenta desnuda, sencilla y a su vez atrevida.

Independientemente de sus detalles estéticos, de ese look que la hacen diferente sobre el que ya hemos escrito en otras ocasiones, en la nineT se da la curiosa situación de que, siendo una moto de aspecto retrofuturista, en realidad es una moto moderna.

Algunos pensarán que no lo es tanto si tenemos en cuenta que monta el motor boxer de aire heredado de la anterior GS o la R 1200 R con un desarrollo más corto para ganar en sensaciones. Si no se ha elegido el motor de agua, es por una cuestión de imagen, y sinceramente creo que el motor de aire encaja perfectamente con la estética de esta roadster, además de que a bajas vueltas es más agradable. El tacto del cambio y del embrague es exquisito. A bajas vueltas, entre 1.500 rpm y 2.000 rpm, el boxer es elástico, suave, fluido, y su sonido, todo un placer para los oídos. Desde este régimen de giro encaja aceleraciones en tercera o cuarta velocidad sin traqueteos. Donde más cómodo se encuentra es entre las 4.000 y las 5.500 rpm, pero acepta subirlo 2.000 vueltas más y, a ese régimen, el sonido del Akrapovic se convierte en música celestial.

Lo tengo claro: este motor de 110 CV de potencia para una moto de 225 kilogramos en orden de marcha es una buena elección que vive en perfecta armonía con un chasis completamente nuevo. Y permitirme que insista en la importancia que creo que BMW Motorrad le ha dado a esta exótica nineT al desarrollar un bastidor nuevo que estoy convencido de que veremos en futuras realizaciones de la marca...

El honorable boxer DOHC de ocho válvulas forma parte estructural del bastidor en acero tubular que se presenta con la parte trasera (silleta) desmontable para poder montar el asiento monoplaza como el que monta nuestra unidad de pruebas.

Sentado en el asiento original a 785 mm del suelo y su mínimo acolchado, es una moto razonablemente confortable, de la que me gusta mucho su manillar exageradamente ancho, pues tengo los brazos largos. Este asiento es estrecho y las rodillas encajan bien en la zona del depósito donde se ha colocado el aluminio. Pese a su punto visualmente tecnológico, no consigue borrar la imagen familiar que evoca el negro de la parte delantera del tanque de 18 litros de capacidad. El faro redondo se ancla entre las barras doradas de la horquilla y gana protagonismo visual y, desde el asiento, la nineT es una moto limpia y sencilla. El cuadro de instrumentos es conocido (Roadster), pero destaca el logotipo de nineT en el centro, una pantalla LCD y los retoques de las grandes esferas analógicas del velocímetro y tacómetro... contrastes.

Fotogénica

El trabajo de marketing en BMW Motorrad ha sido con este nineT todo un acierto y una buena excusa para buscar decorados donde fotografiar una moto con su originalidad y acertada estética retrofuturista. Nosotros no quisimos ser menos y buscamos en la provincia de L´Urgell una vieja fábrica abandonada de extracción de aceite, donde sus enormes depósitos vacíos, escalinatas, muros de piedra, metal, oxido y un aire decadente, brillaron con luz propia cuando la nineT cruzó la verja de la entrada. Un decorado singular para una moto diferente no sólo en el aspecto estético, sino también en orden de marcha.

Mi primera impresión al margen de que me gustó su posición, es que es una moto que transmite un gran placer de conducción. La parte ciclo es equilibrada, neutra y no tiene la agilidad de otras motos de su especie café racer, si es que realmente se puede catalogar la nineT, pero funciona y se mueve de manera ágil. El montar una horquilla invertida convencional en lugar del Telelever ha sido un acierto estético y dinámico. Tal vez, el Telelever transmita más sensación de confort, pero la horquilla convencional tiene reacciones más directas y, lógicamente, el transfer de masas es más evidente. Las suspensiones no son las de una moto confortable, sino que son algo duras, especialmente detrás, donde en zonas bacheadas, parches o juntas de asfalto, los amortiguadores son poco absorbentes. Pero mantienen la nineT en la trayectoria sin descomponerse y su feeling es muy directo, sin intermediarios. Sin ser excesivamente rápida en los cambios de dirección, destacaría, además de su neutralidad, una agradable precisión que te permite trazar con tiralíneas.

La frenada es buena, potente y con buen tacto, y el no montar control de tracción le dan un punto de autenticidad que me gusta. Sin el codiciado paracaídas de la electrónica, es el tacto del puño de gas y las reacciones de las suspensiones al abrir o cerrar el grifo las que tienen que ser modulables. Y en este caso, la sensibilidad de la parte ciclo y las suspensiones convencionales me causaron muy buena impresión.

La nineT es una moto que te permite disfrutar al máximo, tanto con una conducción deportiva como con una más relajada. La combinación entre este nuevo bastidor, suspensiones convencionales pero de buen nivel y un motor flexible y con buen tacto es todo un acierto.

Si te ha gustado su estética (sólo en color negro) y concepto, te gustará su comportamiento. Además se puede personalizar con una larga serie de accesorios que van desde el silencioso sport de Akrapovic hasta una protección del motor en fibra de carbono. Recuerda que se sirve en tres versiones diferentes: standard, monoplaza y ShortCut (sin guardabarros, no homologada). Su consumo está sobre los seis litros a los cien kilómetros y una autonomía, en función de lo que le des al puño de gas, que se sitúa entre los 230/250 kilómetros. Es decir, una distancia más que razonable para parar a repostar, tomarse algo y paladear las sensaciones de una moto única. Bienvenidos al retrofuturo.

 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...