BMW F 800 R: Evolución en la clase

Cuando en 2006, en BMW decidieron acertadamente fabricar un bicilíndrico en línea para su nueva F 800 S, lógi­camente sabían que éste se aprove­charía para ampliar su gama de pro­ducto con motos como esta pequeña F 800 R.

Y digo pequeña porque, siendo una BMW, todos relacionamos la marca de Múnich con motos de gran cilindrada. En realidad, esta 800 es algo más que una moto de media cilindrada. Resulta evi­dente que la cilindrada de 800 es un buen compromiso para muchos fabricantes, algo así como la cilindrada de moda en el sector de las naked de clase media. En el caso de la Kawasaki Z800 y la MT-07 de Yamaha, son auténticos hit parade en las listas de ventas, pues entre ambas dominan casi el 50 % del mercado de las roadster de media cilindrada del mercado nacional. La F 800 R se quedó el año pasado con un 5,5 % del pastel y con este nuevo modelo aspiran a ganarle terreno a su competencia.

Los usuarios de este tipo de pequeñas bi­cilíndricas de carretera, suele ser un público joven de entre 20 y 45 años, que normalmente viene de motos inferiores, y es curioso que en muchos casos se trata de usuarios que vuelven a la moto después de haberla abandonado por un tiempo. El uso que se suele dar a las F 800 R es el día a día y salidas de fin de semana. Hay que señalar que es una de las motos preferidas por las chicas, y puedo asegurar que en Barcelona se ven muchas mujeres a los mandos de una F 800 R.

La primera impresión que causa esta evolucionada F 800 R es que se trata de una moto más moderna que la versión anterior y abandona el faro asimétrico con la idea de coger el nuevo aire que se respira en la familia BMW. Conservando el depósito de combustible bajo el asiento y su boca de llenado en un lateral, descubrimos un nuevo diseño en las tapas laterales, aletines protectores del radiador, guardabarros, llantas y mani­llar. Detalles menores como las estriberas o la cubierta del cuadro de instrumentos son poco relevantes en comparación con la nueva horquilla invertida o las pinzas de freno (dis­cos de 320 mm), que ahora son radiales, o las nuevas llantas de cinco brazos dobles. Pero también ha habido más cambios en cuanto a la ergonomía, ya que el nuevo asiento ahora está a 790 mm del suelo –antes 800–, y la posición de manillar y estriberas se ha variado para me­jorar el confort –estriberas y soportes, así como el manillar, de tubo de aluminio conificado, son nuevos.

El ABS de dos canales es de serie y más ligero y completo que el de la versión anterior. El ABS que se monta ahora es nuevo, con la centralita electrónica hidráulica más ligera y pequeña, y que incorpora un sensor extra de presión en el freno delantero.

Otro de los aspectos interesantes es que se ofrece como opción el paquete de seguridad con ESA (ajuste electrónico de suspensiones), ASC (control de tracción, desconectable) y RDC –control de presión de los neumáticos–. Hay que señalar que es ésta la única moto de su categoría que, gracias al ESA, ofrece la posibilidad de ajustar eléctricamente la extensión del amortiguador tra­sero en función de las necesidades del piso o del peso que llevemos a bordo. Hay tres niveles a elegir desde el manillar: confort, normal o sport.

En cuanto al motor –bicilíndrico en paralelo twin–, en línea transversal de 798 cc –LC, 8V, DOHC, IE–, ha sido retocado y ahora ofrece 90 CV –an­tes 87–, igualmente a 8.000 rpm. Además de los tres caballos extra, para hacerla más cómoda por ciudad, según un estudio de mercado en el que descubrieron que sus usuarios suelen ser urbani­tas, la primera y la segunda velocidad son ahora más cortas.

Sobre el asiento situado 10 mm más bajo que en la versión anterior, se aprecia el manillar de nuevo diseño, ancho y plano, y que las estriberas se han reposicionado ligeramente adelantándolas y bajándolas 1 cm, lo que logra una posición de conducción un poco más relajada. El sonido de este bicilíndrico de origen Rotax calado a 360º es muy parecido al de la gama boxer, un ronquido que resulta familiar y que transmi­te buenas sensaciones... Este sonido se ha buscado ex profeso, para transmitir a sus usuarios una sensación de boxer.

El tacto del motor es muy agradable en una moto en la que destacaría la facili­dad de conducción y su buena relación peso-potencia. Sale sin rechistar prác­ticamente desde las 1.500 rpm y sube de vueltas con alegría, apreciándose ligeras vibraciones propias de un mo­tor de estas características, espe­cialmente a partir de las 4.500 rpm.Pero es muy elástico y tiene un punto excitante, divertido, que se disfruta en todo tipo de situacio­nes.

Ágil entre los coches, es una moto eminentemente urbana, pero que en carreteras revi­radas se comporta muy dig­namente, gracias a la buena respuesta del motor y su ligereza. La verdad es que en esta primera toma de contacto que tuvimos oportunidad de hacer por ciudad, au­topista y una pequeña carretera revirada por la que también probamos la R 1200 R, a todos nos dio la sensación de que la pequeña 800 se mostró más fácil de conducir. La frenada es potente y dosificable y no falta un ABS, que nos pareció demasiado intrusivo. En definitiva y a falta de poder hacer una prueba más a fon­do, la nueva F 800 R es ahora más moderna, viene mejor equipada y ha mejorado en mu­chos pequeños detalles.

Su consumo seguirá estando por debajo de los 5 litros a los 100 kilómetros y, por tanto, es una alternativa muy interesante para un amplio número de motoristas. Lógicamente se puede adquirir en versión limitada a 48 CV (35 kW) sin cargo para los conductores con A2.

Se sirve en cuatro combinaciones de colores diferentes: azul metalizado mate/blanco, azul metalizado mate/negro, en un blanco luminoso y una combinación de este blanco luminoso con negro.

Para más información no te pierdas la ficha técnica de la BMW F 800 R.

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