BMW F 700 GS, la puerta de entrada

De marzo 2008, fecha en la que se comenzó a comercializar en nuestro país, a junio de 2012, en España se habían matriculado un total de 8.348 unidades de sus enduro lights, que es como denominan en Alemania a la familia de las GS pequeñas. Una cifra a la que se llega a base de sumar 4.343 F 800 y 4.005 F 650, moto esta última que en su segunda versión pasará a denominarse F 700. Conviene recordar que, a pesar de su diferente nomenclatura, la 800 y la ahora 700 cuentan con el mismo motor de 798 cc. En su momento, por cuestiones de marketing, los gurús de marketing resolvieron denominar F 650 a la que se le adjudicó el rol de modelo de acceso a la familia GS. “Fue un asunto bastante controvertido en su momento, porque para este tipo de cosas en BMW son muy pragmáticos: cogen la cilindrada y le aplican las letras que le correspondan por el segmento en el que está. Pero en el caso de la GS de acceso se argumentó que psicológicamente una moto de 800 cc podría intimidar, por parecer excesiva, a posibles nuevos clientes. Así, finalmente se optó por llamarla F 650”.

Para la segunda versión de la más pequeña de las GS, BMW ha decidido rebautizarla con las siglas F 700. No tengo confirmación si esto tiene algo que ver con la llegada al mismo segmento de motos de otras marcas -véase recuadro adjunto-, pero no me extrañaría que fuese así. Sea por lo que fuere, lo que realmente interesa es que la nueva F 700 supone un importante paso hacia delante de su predecesora. Y lo hace desde un punto de vista dinámico, pero también en lo que al equipamiento se refiere.

360º de seguridad

La política de BMW de ofrecer a sus clientes motos cada vez más seguras tiene en la nueva F 700 un nuevo ejemplo. En este caso comienza con un nuevo equipamiento de freno delante con dos discos de 300 mm asistidos por un sistema ABS desconectable. También entran en el paquete de seguridad, aunque en este caso como opcional, el control de tracción -ASC-, también desconectable (independientemente del ABS), la regulación electrónica del hidráulico del amortiguador -ESA- y el sistema que controla la presión de los neumáticos.

No sé si pueden encajar en este apartado, pero al menos sí en el de ayuda, el hecho de que BMW haya incluido también como equipamiento de salida indicador de nivel de gasolina y de temperatura del refrigerante, lectores que antes, para sorpresa/enfado de muchos, constaban como extras. Corregir es de sabios, y esta incongruencia ya forma parte del pasado.

Y puestos a repasar a vuelapluma otras novedades de la F 700, hay que apuntar los conmutadores heredados de las gamas altas de la marca, mucho más intuitivos, como supone tener finalmente los intermitentes en un solo pulsador. Es otra de esas cosas aparentemente lógicas que les ha costado asumir a los alemanes.

En cuanto a la altura del asiento, un factor muy importante en una moto como la F 700 con clara vocación ciudadana y que por su suavidad y finura está destinada a motoristas primerizos o pocos expertos -BMW nos explicó que es, de toda su gama, la que más público femenino atrae-, las opciones son múltiples; nadie desistirá de comprarse una F 700 por no llegar con los pies al suelo cómodamente. La altura del asiento de serie es de 820 mm, pero tanto el más alto -835 mm-como el más bajo -790 mm- pueden ser pedidos sin cose adicional. Existe una cuarta variante -en este caso opcional-, que es rebajar aún más esta última opción, para disponer de un sillín con una distancia al suelo de sólo 765 mm.

En marcha

Pero dejemos ya a un lado la obligada revisión de componentes de un modelo nuevo y pasemos a la dinámica, es decir, a cómo va. Hay que decir que en estas presentaciones el tiempo del que disponemos para probar las nuevas motos es limitado y que normalmente se hacen en escenarios no habituales, por lo que estas primeras impresiones pueden cambiar cuando el modelo de pruebas llega a la redacción y se prueba exhaustivamente… Pero seguro que no será el caso de la F 700 GS.

El motor de la anterior F 650 se caracterizaba por su tacto pura suavidad y por su finura para salir desde parado, perfecto para circular por ciudad; eso sí, le faltaba algo de carácter. Pues bien, es en este punto en el que BMW ha trabajado el motor. Los ingenieros le han añadido 4 CV en la parte alta de la curva de potencia y el par motor pasa de 73 Nm a 77 Nm. Se trata de una insufla de carácter no especialmente poderosa, pero que sí que le ha inyectado alegría extra a la menor de las GS. Además, para transmitir mayor sensación de aceleración, se ha acortado el desarrollo quitándole un diente a la corona.

En la práctica, estos anabolizantes se traducen en una mayor alegría a partir de las 5.000 rpm. La suavidad general de la anterior F 650 se mantiene, así como el tacto del motor hasta llegar a esta cifra. Es a partir de ese punto en el que esos 4 CV mencionados antes y la nueva relación final ayudan a darle vidilla al bicilíndrico. Una vidilla que va de las 5.000 a las 6.000 rpm, momento a partir del cual al motor le cuesta seguir progresando. Pero para entonces lo más probable es que ya hayamos cambiado de marcha.

La F 700 GS no es una moto para andar por ahí estresado, para nada. Con ella todo es suavidad, relax y disfrute del placer de ir en moto. Esto por carretera, porque en ciudad la exquisita respuesta y progresividad del motor, la finura de funcionamiento de embrague y cambio y la cómoda altura del asiento hacen que se sienta como pez en el agua.

En la presentación, que discurrió por la sierra de Guadarrama, tuvimos ocasión de exigirle al nuevo sistema de frenos, de comprobar el comportamiento de las suspensiones asistidas por el ESA y, en algún momento, de sentir la entrada del ASC, es decir, el control de tracción. En el primer caso, sólo decir que siempre dos discos frenan mejor que uno, y si estos están apoyados por un sistema ABS, más seguridad; las diferencias con respecto a la 650 son notables. En cuanto a las suspensiones, cumplen sobradamente para las prestaciones y las características de la moto, al menos con el ESA que montaban las nuestras. Control de tracción: siempre es mejor que esté ahí que no, especialmente cuando llueve. No fue desde luego nuestro caso -¡qué calor pasamos en Ávila!-, pero en alguna de esas rotondas con asfalto tipo espejo, el ACS sí que salió en nuestra ayuda.

Resumiendo, la nueva F 700GS es claramente mejor moto que su versión anterior. Estará a la venta a partir del próximo 1 de septiembre a 8.800 euros, con el ya mencionado ABS incluido y un IVA del 21%. La probaremos más a fondo cuando llegue a nuestra redacción y especialmente cuando toque compararla con sus rivales; porque hay competencia nueva en el barrio.

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