Bimota Tesi 3D

La verdad es que nunca había pensado que algún día podría probar un prodigio de tal trascendencia e importancia. Este modelo forma parte de la historia de la moto, y ahora está en mis manos en su tercera y última versión. Tengo una vaga idea de cómo marchaban y que rendimiento tuvieron sus anteriores versiones, que no pasaron más que del asombro, pero puedo decir que este último invento funciona, y si he de hablar de la consagración de una idea, nada mejor que explicaros cómo va en la práctica.

En apariencia es una maravilla, y la imagen física del movimiento de su singular estructura es espectacular.

La moto como concepto general tiene la gracia que tiene, pero no deja de ser una moto; lo realmente interesante pasa por el propio brazo basculante delantero, y su conexión con el extraordinario y original chasis y suspensión trasera.

Su presencia es altamente atractiva, y las formas del conjunto, agresivas e ingeniosas. El habitáculo es pequeño, con poco espacio para el piloto, estrecho y bastante alta de asiento. El cuerpo se sitúa bastante cercano a los semimanillares, desde donde disfrutas de todos sus componentes, detalles y acabados realizados artesanalmente.

El piloto se encasilla en un espacio con formas bien solucionadas, pero no hay muchas posibilidades de movimiento longitudinal. Las rodillas quedan encajadas en las formas del tanque, y los pies, en una posición cómoda y retrasada.

(Sigue leyendo en SoloMoto número 1.672)

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