Beta RR 250 Enduro Racing: Máximo nivel

Año tras año, los fabricantes de motos de enduro nos van ofreciendo versiones especiales de sus modelos, claramente orientadas a un uso en competición. A veces no resulta fácil mejorar el rendimiento de los mode­los estándar, y es que en algunas marcas el nivel es ya muy alto de origen. Es el caso de las Beta en su versión Racing, modelos que equipan unas suspensiones con un rendimiento por encima de la de serie, a nuestro modo de ver, punto funda­mental de una moto de carreras. El atractivo de las Beta Racing es su elevado nivel de equipamiento, en el que destacan las suspensiones Sachs, con unas prestaciones muy mejoradas respecto a las versiones de se­rie. La estrella es la nueva horquilla invertida con sistema hidráulico de cartucho cerrado, que ha sido diseñada partiendo de cero por los técni­cos de la marca alemana. Todo en ella es nuevo, los circuitos interiores, los muelles, incluso los retenes de baja fricción, que buscan aumentar las sensibilidad en las pequeñas oscilaciones. Una horquilla tan mejorada requiere de una sus­pensión trasera en consonancia; por ello los téc­nicos de Sachs han modificado el reglaje interno del amortiguador y han conseguido un funcio­namiento conjuntado con el tren delantero, más acorde con la alta exigencia de la competición. En el propulsor, los cambios no son tan sig­nificativos, lo más destacado es la eliminación del sistema de mezcla separada en busca de una mayor ligereza del conjunto y un conmutador ubicado en el manillar que permite elegir entre dos mapas de potencia, uno con la máxima po­tencia disponible y otro más suave para poder pilotar cómodamente en condiciones de poca adherencia. Entre el resto del equipamiento extra cabe men­cionar el tirador del eje delantero, las palancas de cambio y de freno en aluminio anodizado en negro, el asiento con funda antideslizante con bolsillo incorporado, o los paramanos que, por cierto, hemos echado en falta en nuestra unidad de pruebas.

El monocilíndrico 2T refrigerado por líquido con­sigue la cilindrada exacta de 249 cc por medio de unas cotas internas de 66,4 mm de diámetro y 72 mm de carrera. Un carburador Keihin PWK de 36 mm de diámetro de difusor es el encargado de proporcionar la mezcla al cilindro, al que llega canalizada por medio de una caja de láminas VFor­ce. La caja de cambios es de seis velocidades, y el embrague se acciona por medio de un mando hidráulico de la prestigiosa marca Brembo.

El arranque eléctrico queda perfectamente inte­grado en el cárter, y además el motor Beta también dispone de arranque a pedal.

Uno de los detalles que diferencian el motor 2T de Beta es la posibilidad de modificar el compor­tamiento de la apertura y cierre de la válvula par­cializadora de escape. Ello se logra gracias a un regulador que va colocado en la tapa de embrague y que es un sistema para variar la precarga del muelle de la válvula. Con esto podemos hacer que su apertura sea mas rápida y agresiva, o bien más lenta y progresiva. En el caso del modelo Racing que nos ocupa, la posibilidad de escoger entre dos mapas de potencia aumenta notablemente las opciones de reglaje de la respuesta del propulsor.

En la parte ciclo, las antes mencionadas suspen­siones Sachs van ancladas a un bastidor simple cuna en acero al cromomolibdeno, y se acompa­ñan de unos potentes frenos Nissin con un disco de 260 mm en el tren delantero y otro de 240 mm en el trasero. El depósito de gasolina dispone de una capacidad de 8 litros, mientras que el peso anunciado para todo el conjunto es de 104 kg.

A pleno rendimiento, el motor 250 2T de Beta ofrece la respuesta agresiva característica de los motores de su cilindrada, solo que en su caso po­demos dulcificar su respuesta, algo que la mayor parte de sus futuros usuarios agradecerán en múl­tiples circunstancias.

De entrada tenemos que analizar el funciona­miento del arranque, y os podemos asegurar que es impecable. El motor arranca siempre a la pri­mera, sin que el sistema o la batería haya dado el menor síntoma de desfallecer.

Ya en marcha, el propulsor es de los que provocan fuertes sensaciones por la alegría de su respuesta. Tenemos que decir que nos ha sorprendido gratamente su excelente rendimiento a bajo régimen, que nos permite regular de manera efectiva la potencia en el primer golpe de gas.

Una vez superado este punto, cuando se abre la válvula de escape, la potencia llega de manera impresionante, in­cluso diríamos que explosiva, hasta alcanzar la zona de altos, donde podemos asegurar que el rendimiento de la Beta se sitúa al nivel de sus competidoras.

Con el mapa de potencia Racing y el regulador de la válvula de potencia en su posición original, es un propulsor muy efectivo en especiales con buen agarre, o bien con buenos apoyos, en las que podemos abrir el acelerador sin contempla­ciones. La buena respuesta en bajos nos per­mite insertar la tercera velocidad a poco que el viraje se abre, si bien lo normal es abundar en la segunda. En estas circunstancias, el motor se muestra realmente competitivo, merced a su excelente respuesta y nivel de potencia máxima.

Ahora bien, cuando las cosas se ponen más feas en un terreno con menos adherencia, don­de un exceso de potencia complica el pilotaje, basta con seleccionar el mapa Soft, para que todo vuelva a parecer fácil. La diferencia entre los dos mapas es significativa, y por ello pode­mos abrir gas con confianza, sin temer que el golpe de potencia a medio régimen provoque una irremediable pérdida de tracción. Este efecto se puede incrementar sobre terreno muy resbaladizo actuando sobre el regulador de la válvula, lo que suaviza aún más la entrega de potencia.

Las relaciones de cambio nos parecen realmente acertadas, la primera es corta, muy útil en las zonas técnicas de las trialeras, mien­tras que en segunda podemos afrontar la mayor parte de los virajes en las especiales. El salto a tercera no nos ha parecido excesivo, mientras que en sexta podemos mantener una buena ve­locidad de crucero en los enlaces.

Por su parte, el embrague ofrece un buen tac­to, progresivo y controlable, pero también lo su­ficientemente rápido cuando lo requerimos para superar un obstáculo.

La primera percepción que obtenemos al analizar la parte ciclo la provoca la posición de conducción. La RR es una moto pequeña, estrecha y muy ligera, que nos ofrece una total libertad de movimientos al pilotarla. La posición del manillar nos parece un tanto alta en las es­peciales, pero realmente cómoda para pilotar por el monte. Todos los mandos se encuentran perfectamente posicionados, algo que supone un aporte de confianza para poder forzar el rit­mo desde el primer instante.

El bastidor se siente muy ágil y ligero, con una excelente entrada en los virajes, que combina con las dosis de estabilidad necesarias en las zonas rápidas. Nuestro único reproche es para la posición de los estribos, resulta un tanto baja y por ello contactan con el suelo más de lo que nos gustaría.

El taraje de las suspensiones se encuentra totalmente acorde con lo que requiere una ver­sión Racing. Son más duros que los de las Beta de serie, y por ello indicados para la competi­ción. El equilibrio entre ambos trenes es bue­no, y ambas suspensiones trabajan de manera conjuntada.

La horquilla muestra una buena capacidad de absorción en los impactos fuertes y la firmeza requerida en las zonas bacheadas. Para ser perfecta, le falta un poco más de sensibilidad en su primer recorrido, para que los impactos con pequeñas piedras o raíces no se transmi­tan de manera seca al manillar.

En el tren trasero el sistema progresivo de bieletas hace que la capacidad de tracción sea muy alta, lo que supone un plus en una moto con un motor tan rápido de respuesta. El regla­je del amortiguador es sensible, pero también suficientemente firme cuando forzamos el ritmo. En ningún momento hemos tenido la sensación de que el tren trasero se vaya a descomponer.

Un punto fuerte de la parte ciclo de las Beta son los frenos, el delantero muy potente y a la vez dosificable, mientras que el trasero goza de un buen tacto, que permite regular la potencia de frenado sin que aparezcan bloqueos inespe­rados y sin mostrar el menor síntoma de fatiga.

Cuando hablamos de motos con la calidad de fabricación de las Beta, con un alto nivel de equipamiento ya de origen, cuesta encontrar componentes que hagan mejorar una base de por sí ya muy buena. Pues bien, en las nuevas RR Racing, el fabricante italiano lo ha consegui­do. Las suspensiones logran que el conjunto sea más completo, y por ello nos parece un modelo realmente indicado para aquellos que requieren de una enduro lista para competir a buen nivel.

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