Benelli tenía una deuda de ciento veinte mil euros con WP, la empresa encargada de proveer suspensiones, y parece que esa deuda ha quedado saldada. Después de que en verano, el Tribunal italiano de Pésaro declaró a la marca italiana en bancarrota por no hacer el pago del dinero que WP le reclamaba.
Benelli se fundó en 1911 por los hermanos pero pasó a manos del grupo chino Qianjiang en 2005, justamente el año que empezó la deuda. Después de efectuarse el pago, el Tribunal de Pésaro le ha quitado el cartél de bancarrota a Benelli.
El conflicto ha tardado tantos años en resolverse, porque Benelli afirmaba que nunca recibió la notificación de la deuda y que por eso no pagó dicha cantidad. Desde entonces, ambas empresas entraron en conlicto. Finalmente, después de efectuarse el pago y de que Benelli ya no tenga el cartel de bancarrota, el grupo chino ha asegurado que tienen intención de seguir invirtiendo en el desarrollo y comercialización de los modelos presentados en el EICMA 2016.