Benelli 502C: la primera urban cruiser de Pésaro

Benelli 502C: la primera urban cruiser de Pésaro

Acabamos de volver de la presentación europea de una de las grandes novedades de Benelli para este 2019, la 502C. Nos citaron en Rimini para la puesta de largo de esta novedad con la que la firma italiana se abre camino en un nuevo segmento, el de las cruiser urbanas.

Sabíamos que iba a ser un año repleto de novedades, y esta custom es una apuesta que lo demuestra. El tiempo no nos acompañó y nos privó de hacer una ruta mucho más completa, pero lo cierto es que los primeros kilómetros nos dejaron con muy buen sabor de boca.

A pesar de estar ante un nuevo camino para Benelli, hay que destacar que esta cruiser intermedia ha mantenido algunos aspectos tradicionales de la firma de Pésaro. El primero, el chasis. Monta el multitubular que tan bien les ha funcionado hasta ahora. Y, en segundo lugar, el propulsor, que es el mismo 500 c.c. de la TRK y de la Leoncino. Este bicilíndrico es una gozada. Sube lleno, estira bastante y destaca por su suavidad en las reacciones y su finura. No encuentras vacíos ni traqueteos incómodos cuando la llevas baja de vueltas y no vibra nada. Tampoco da ningún patadón, claro que no, estamos hablando de 47,6 CV, el límite que permite la licencia intermedia del A2.

La Benelli 502C es una cruiser muy pintona

Ahora bien, el concepto – como hemos adelantado al principio – no tiene nada que ver con lo visto hasta ahora en el catálogo de Benelli. Fijaos en sus medidas y en la distribución de sus elementos. La Benelli 502C es otro rollo. El asiento es muy bajito – de 750 mm –, y te permite un gran control y libertad de movimientos. El manillar es ancho y elevado, aunque no queda excesivamente separado del cuerpo, y el depósito – que tiene una capacidad de 21,5 litros – es anchísimo, y ello te obliga a abrir bastante las piernas.

Y no nos podemos olvidar de una de las características que le da, sin duda alguna, ese talante custom: la ubicación de las estriberas. Están adelantadas, prácticamente a la altura del manillar. Es un poco raro si no estás acostumbrado, como es mi caso, pero nada que no solucionen unos cuantos minutos en marcha y algún que otro despiste. Me pasó en algún semáforo. Al reemprender la marcha, sin querer, el pie se me iba al centro, donde se ubican normalmente los estribos. También me trastocó un poco el hecho de tener las palancas de freno y de marchas algo alejadas. A no ser que calces zapatos de la talla 45 o 46, deberás desplazar tu pie ligeramente para frenar o cambiar de marchas. 

Pero vaya, que son tonterías. Solo tienes que cambiar el chip. Está hecha para desplazamientos cortos, por la ciudad, paseos... Me imagino yendo un domingo a disfrutar de una paella a una playa costera con esta 502C. Y también desplazándome cada día con ella, porque no hay que olvidar el ADN urbano que tiene de nacimiento. Es perfectamente válida para estas dos facetas, y os aseguro que no pasa desapercibida. Es pintona y lo bueno es que no se queda solo en un tema estético. En marcha es más que correcta. Solo le pondría una pega al tacto del freno delantero y a la sequedad del amortiguador trasero, que me resultaba algo duro en los puntos de carretera más rota. Pero el resto me sorprendió gratamente. Es un gran producto para los usuarios del A2.

Además, si te la miras con detenimiento encontrarás unos cuantos detallitos de calidad. El diseño del faro, full led, es un ejemplo. También el piloto trasero, en el que se lee Benelli cuando se ilumina. Queda resultón… La pantalla es TFT, se lee la información perfectamente y cambia de color y diseño en función de la cantidad de luz que recibe. Así te aseguras de tener una buena visibilidad en todas las condiciones. Otros elementos que me han llamado la atención son los retrovisores en forma de lágrima que, a pesar de su medida y su final puntiagudo, ofrecen una buena perspectiva y no vibran nada. También destaca el radiador, que es enorme, y los pomos topes anticaída que monta a cada lado para evitar daños mayores en caso de caída.

Altas expectativas

Yan Haimei, CEO de Benelli, comentó que, a pesar de tratarse de un nuevo segmento y de acabar de aterrizar en el mercado, las previsiones de venta son altas y las equipara a los números de otros modelos como la Leoncino. Es pronto para hablar de calado en el mercado, pero lo cierto es que tuvimos buen feedback circulando por los alrededores de Rimini. La gente se la mira atentamente en los semáforos y algunos bajaban las ventanillas del coche para preguntar y mirar con más detenimiento. 

En Benelli están trabajando con determinación y convencimiento en el desarrollo de nuevos productos y en la mejora de los ya existentes. Las cifras de ventas les sonríen, ya que se encuentran en una tendencia ascendente y con registros superiores a los de la media europea. Esta medio litro es un producto decentísimo para el precio de venta, así que veremos si tiene la acogida que esperan. En España está a la venta por 6.399 euros, aunque la oferta de lanzamiento se reduce hasta los 5.999 euros y con 3 años de garantía. Es un modelo con una personalidad imponente, estética atractiva, ergonomía tipo custom y con un rendimiento correcto ¡Ah! Y está disponible en 3 colores: gris, granate y azul. Pinta bien para los de Pésaro…

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