El RACC ha presentado esta semana un estudio sobre el presente y el futuro de la moto eléctrica en la ciudad de Barcelona, la gran urbe de España donde más se utiliza la moto en el día a día.
El informe, que cifra en 321.000 las motos y ciclomotores censados en la zona metropolitana de Barcelona, afirma que el 37,2 % de los usuarios de la moto estarían mucho o bastante interesados en comprarse una moto eléctrica, mientras que poco menos del 30 % se declaran poco o nada interesados.
La encuesta, realizada sobre un muestreo de 535 motoristas de la ciudad condal y de poblaciones cercanas, también indica que las prestaciones que harían a los motoristas cambiar sus motores de combustión por motores eléctricos serían una potencia y velocidad similares a una 125 cc y una autonomía que, para el 42 %, debería ser de entre 40 y 60 km. Para el resto, la autonomía debería ser superior.
Es de estos datos que el RACC estima que hay unas 21.000 personas susceptibles de comprarse una moto eléctrica a día de hoy, y teniendo en cuenta que, siempre en su opinión, existe una gama variada y suficiente, este debe ser el objetivo para los próximos cuatro años.
Dice el estudio que la moto eléctrica ya es competitiva en cuanto a precio y prestaciones, afirmación que justifica con una tabla comparativa entre una moto de 250 cc y una eléctrica de la firma estadounidense Vectrix, quizás la más conocida de las que se venden en nuestro país. Así, el coste total de la moto tras cuatro años de uso, teniendo en cuenta el gasto en combustible y en mantenimiento, ascendería a 9.080 euros en el caso del scooter de dos y medio y a 7.658 en el caso del scooter eléctrico.
Falta, según el RACC, que las administraciones apliquen incentivos fiscales, como la modificación del impuesto de circulación o el aparcamiento gratuito en todos los parkings públicos de la ciudad, y una adaptación de estas mismas plazas de parking para posibilitar la recarga. Estos últimos, también deberían de instalarse de forma masiva en las zonas de gran concentración de motos aparcadas.
Terrassa estrena el primer punto de recarga para motos eléctricas
Terrassa ha estrenado este martes la primera estación de suministro eléctrico para motocicletas en un poste único y exclusivamente orientado a estos vehículos de dos ruedas, situado en la céntrica plaza del Progrés, muy cercana a la Rambla de Ègara y justo al lado de un aparcamiento subterráneo.
"Somos la primera ciudad que dispone de un poste exclusivo para motos, es un paso básico para hacer esta migración progresiva y cambiar el combustible fósil por uno más respetuoso", ha manifestado el alcalde de Terrassa, Pere Navarro.
Inicialmente, el servicio será gratuito para los usuarios con el fin de promover el uso de estas motocicletas ecológicas, pero más adelante se requerirá un carné para poder recargar su vehículo pagando por ello. La recarga que se realiza en un tiempo de entre una y dos horas gracias a la utilización del dispositivo desarrollado por la empresa Circutor.