Lo que en su momento se anunció como un importante paso adelante para la escudería –su vinculación directa con una fábrica- da la sensación que se ha disuelto con la rapidez de un azucarillo en un café. “Es que las cosas no han sucedido como teníamos previsto. Mahindra es una gran fábrica, enorme, una potencia a nivel mundial con gran capacidad tecnológica; eso no lo vamos a discutir. Probablemente sea esta magnitud lo que hace que sus tiempos no sean compatibles con los que nosotros necesitamos. Mahindra tiene un proyecto definido a tres/cinco años vista, y yo no tengo ese tiempo, yo necesito resultados”.
La pregunta resulta inevitable: ¿y esto mismo no lo sabía Aspar cuando firmó con la fábrica india? “Sí que lo sabíamos, claro, pero es que cuando nosotros llegamos aquí, veníamos de una temporada, la 2014, en la que Binder y Oliveira habían terminado en el año apareciendo regularmente en el podio. Las motos sin duda estaban cerca de las KTM y las Honda, y pensamos que con poco que mejoráramos nos meteríamos en la pelea…Pero ha sido lo contrario”.
Ya la pasada temporada Aspar acabó bastante descontento de cómo habían ido las cosas durante 2015. De hecho puso sobre la mesa una serie de condiciones para seguir en 2016, que pasaba por la fabricación de un nuevo motor de la mano de la compañía de ingeniería suiza de Eskil Suter. Mahindra accedió, el motor se construyó, pero una vez listo, el desarrollo del mismo fue encargado a los técnicos del departamento de competición que la marca india tiene en Italia…y claro.
“Nuestro gran problema, el gran problema de la Mahindra”, explica Aspar, “lo tenemos en la aceleración en marchas cortas; somos lentos saliendo de los ángulos. Para compensar esto sólo hay una manera: siendo más rápido en el paso por curva que las Honda y las KTM. Pero claro, no puedes ir al límite siempre, especialmente cuando el rendimiento de los neumáticos baja”.
Pecco Bagnaia y Jorge Martín, los dos pilotos del Team Aspar de Moto3, gestionan estas características de las motos de forma muy diversa. El que peor lo lleva es el español, cuyo pilotaje más agresivo se ve penalizado por esa falta de aceleración desde abajo. Jorge frena muy fuerte, para la moto, y claro, después tiene que retomar la velocidad.
En cambio Bagnaia deja correr mucho la moto. Su paso por curva es 3/4 km/h más alto que el de la mayoría de los pilotos, lo que le ha permitido a pesar de todo ser competitivo en esta primera fase del campeonato. Pero por un lado es fácil de imaginar que este pilotaje es casi imposible rodando en grupo, y segundo, ir tan más deprisa que el resto durante cada una de las vueltas de una carrera implica estar en el alambre constantemente.
Expuesto el ”drama”, automáticamente surge la pregunta: ¿y cuál es la solución? A mí la sensación que me quedó después de hablar con Aspar es que el divorcio entre Mahindra y el Team Aspar es inevitable. A menos que haya una acuerdo de esos de última hora, están condenados a partir peras; los tiempos de ambos simplemente no casan… Y a partir de ahí las opciones son solo dos: Honda o KTM.