Así se gana una Harley-Davidson XG750R

Domingo, Free Riders, Galicia, con la Bultaco El Bandido, gran carrera de Dirt Track en La Ratonera. Lunes, parada en Madrid, museo de los Hermanos Lozano, absolutamente todas las motos que fabricó Bultaco.

Suena el teléfono, Solo Moto en la pantalla. No descuelgo. Vuelve a sonar el teléfono, Solo Moto en la pantalla. No descuelgo. Los hermanos Lozano me explican cada uno de los detalles de las 600 motos que tienen en la nave de Alcalá de Henares y no puedo dejar de prestar atención.

WhatsApp de Lluis Morales de Solo Moto 30: “necesito consultarte si tienes contrato con Indian. Harley-Davidson nos invita a una carrera muy especial, un Flat Track dentro del 20 aniversario de su evento en Austria, el European Bike Week. Solo 24 periodistas internacionales y el premio es la moto con la que vas a correr”.

Los hermanos Lozano ya hablan solos, por que yo ya estoy en la calle dándole mi número de pasaporte a Lluis…

Un lunes más tarde, Faaker See, Austria. Ya estoy de lleno en el evento internacional de Harley-Davidson, y la dimensión de éste se me escapa. Es la mayor concentración de motos de Europa, hay conciertos, tiendas y muchas motos en todas las ciudades de la zona. Las carreteras solo tienen un sentido durante la semana del festival. Hay carteles de Harley-Davidson a por todo, pero también de otras marcas. Son listos, todo suma, todos son moteros, y unos 120.000 han disfrutado de este evento en los alrededores del lago austriaco.

La carrera se denominó Harley-Davidson Hooligan STT International y las motos con las que participamos eran las HD XG750R. El autor de la vuelta rápida en la gran final se llevaría la moto con la que hiciese esa vuelta rápida. Las unidades que los chicos de Harley UK prepararon equipaban amortiguadores Ohlins, manillar Renthal, colín de XR, neumáticos de agua Avon, depósito de combustible modificado y todas las piezas no necesarias, guardadas en una caja.

El primer día de entrenamientos nos sirvió para conocer la moto y la pista. En cuanto a la moto, la sentí más ligera que la Indian Scout con la que gané el Campeonato Inglés de Hooligans esta temporada, en parte por las llantas de 17” que equipaba la Harley en contra de las 19” de la Indian, un punto a favor en una pista pequeña, pero en contra en una pista de a partir del ¼ de Milla. En cuanto al motor, ambos son muy parecidos en la entrega de potencia y en lo eléctricos que son. La pista estaba en perfectas condiciones, tan solo un poco de polvo en algunos de los Heats, pero sin baches ni agujeros, con lo que las suspensiones de la XG no llegaron a trabajar en sus límites.

El segundo día era el día de la verdad. Una moto estaba en juego. Empezamos con unos entrenamientos libres donde el piloto japonés Suzuki destacaba sobre el resto. Las diferencias en una pista de Short Track son parecidas a las de los 100 metros lisos en un estadio de Atletismo, las décimas y las milésimas marcan las posiciones en la parrilla. Pero por votación de los 24 pilotos, el sistema de clasificación iba a ser diferente en Austria: los 4 elegidos para la gran final saldrían de carreras a vida/muerte, es decir, carreras de uno contra uno. El que gana se queda, el que pierde se va a casa…

Pasé los dos primeros enfrentamientos, pero en el tercero me encontré a Lukas Hollbacher, piloto local, habitual en el Mundial de SuperMotard y tercero este año en el campeonato mundial S1GP en Albaida. Solo puedo decir que fue un gran honor luchar y batir en la última vuelta a este gran piloto de 22 años. Lukas se fue para casa y yo me quedé.

Ya estaba en la gran final, junto a dos italianos y un japonés. Tenía la pole gracias a mi mejor tiempo en los enfrentamientos. Justo antes de entrar a parrilla quería aclarar al 100% cómo se iban a distribuir los premios. Bueno, el PREMIO en mayúsculas, la Harley Davidson XG750R. Unanimidad entre organizador, marca y el email que nos enviaron: la moto la gana quien haga la vuelta rápida de carrera. Tenía seis vueltas para lograrlo, por primera vez en mi vida, poco me importaba la posición de la carrera. En la salida se destacó el piloto italiano Elia Sammartin, tenía un buen ritmo, me quedé a su rueda durante dos vueltas, al inicio de la tercera me giré y ví a Daigaro Suzuki ya muy lejos de nosotros, me dejé caer unos 20 metros y durante la cuarta y quinta vuelta apreté como si no hubiese mañana para volver a contactar a Sammartin. En la vuelta seis y última, entramos juntos a meta.

Victoria merecida para Sammartin, felicidades y gracias por ser mi liebre, en la vuelta cinco, en plena persecución logré la vuelta rápida de carrera. 13.346 para mi, 13.432 para Sammartin.

Felicidad absoluta, felicidad de la buena, felicidad de la que por desgracia tanto nos falta, feliz por volver a ganar una Harley-Davidson, la primera fue al ganar la Copa XR1200 en 2008. En realidad, ya me tocaba un cambio…

Gracias Harley-Davidson por hacerme feliz de nuevo.

 

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