Hoy entran en vigor los nuevos aranceles europeos a las motos norteamericanas, impuestos en represalia a los que la administración Trump añadió al acero y aluminio del Viejo Continente (y de China), y que serán del 25%, nada menos, para motos de una cilindrada superior a 500 c.c., pero que no incluye a las motos eléctricas (Zero Motorcycles, por ejemplo).
Esto afectará especialmente a Harley-Davidson que, aunque importa a Europa mucho menos de lo que vende en EE.UU. (el año pasado, unas 40.000 unidades en Europa y unas 148.000 en EE.UU.) está viviendo un descenso de ventas en su país de origen y sus números dependen actualmente de la buena marcha de las exportaciones. No afectará tanto a Indian, que exporta mucho menos que Harley y cuyo crecimiento es básicamente interno.
Los aranceles represivos de la Unión Europea seguirán en vigor posiblemente hasta que Estados Unidos retire sus gravámenes a los metales europeos. Si Trump no da marcha atrás, eso podría ser muy grave para los intereses de la marca de Milwaukee…