Aquí nacen las Cota

En el gran centro industrial que la marca del ala dorada tiene en nuestro paísformado por la fábrica y el centro de logística HLC, no solamente fabrican piezas de plástico para abastecer a las fábricas de motos, automóviles y productos de generación de fuerza, sino que también pintan componentes para estos mismos sectores, fabrican chasis para las Deauville y Varadero 125 –entre otras–, se encargan de la distribución de recambios para el sur de Europa y norte de África y es el lugar donde nacen las Montesa Cota 4RT 260. Se fabrican entre los meses de septiembre y marzo, una fabricación estacional, ya que las motos de off, como sabéis, se venden en otoño e invierno. De las Cota se suelen fabricar unas mil unidades. Este año concretamente se han montado unas 1.100 unidades, en las que han intervenido unos 20 trabajadores. Toda la fábrica alimenta con sus productos la línea de montaje de las Cota, que se realiza en una zona específica delimitada. Es una fábrica anidada dentro de otra.

Justo enfrente de la única línea de montaje de las Cota está el sancta sanctórum del equipo Repsol Montesa de HRC, donde cuidan las motos de Toni Bou, nuestro pluricampeón del mundo de trial en cualquiera de sus especialidades, Outdoor y X Trial.

El diseño de las Cota está a caballo entre nuestro país y Japón; nosotros ponemos prácticamente toda la parte ciclo, carrocería y componentes, y Japón pone el motor –aunque desmontado–. El precioso chasis perimetral de aluminio está fabricado aquí, toda una pieza de artesanía de impecable aspecto –ver recuadro. En la zona de la cadena de producción de las Cota, antes de comenzar a ensamblar, se realiza un subproceso de premontaje del motor, la horquilla quilla completa y el basculante, que abastece a la cadena de montaje. Una vez montados los conjuntos necesarios de estos componentes premontados, comienza el ensamblaje de éstos.

De los 20 trabajadores dedicados a la producción de las Cota, cuatro se dedican a fabricar los chasis, tres al montaje de motores, dos se encargan del proceso de fabricación por inyección de las piezas de plástico de la carrocería, una persona se dedica a la colocación de adhesivos y dos en la zona de logística, y el resto está en la cadena de producción, montando o revisando el producto final. Estos trabajadores tienen una cualidad, y es que son multitarea, capaces tanto de montar una moto como de encargarse de una máquina de inyección de plástico o de estar en la cadena de pintura. Tienen una formación multidisciplinar que les permite adaptarse a las variaciones de producción, incorporándose en diferentes fases de producción.

Las 1.100 unidades se exportarán casi en su totalidad –un 90 %– a Estados Unidos, Japón y Europa, principalmente.

Las Cota son uno de nuestros productos nacionales estrella, apreciados en todo el mundo por su calidad y efectividad. Todo un orgullo.

EL APUNTE

Soldar el chasis, artesanía pura

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Soldar aluminio es una tarea difícil y de precisión, que debe verificarse con un líquido especial visible a los rayos UV, para verificar las microgrietas. Para realizarla, la marca debe contar con los mejores operarios…

Para ello ha implantado un sistema competitivo para mantener el elevado nivel técnico de los cinco operarios encargados de soldar los chasis de las Cota.

No todo el mundo está cualificado para esta labor. Incluso los que tienen asignada esta tarea pasan un examen para comprobar que su nivel de precisión de soldadura sigue cumpliendo con los elevados requisitos de Honda-Montesa. Para asegurar el nivel de los cinco operarios que se encargan de soldar los chasis de aluminio de las Cota, en la fábrica se ha impuesto un sistema de selección constante. Cualquier trabajador que aspire a ocupar una plaza de soldador debe hacer un examen continuo, realizar pruebas de soldadura, muestras de su capacidad. Debe realizar soldaduras que serán evaluadas y clasificadas según su nivel de técnica y precisión. Sólo los cinco mejores ocuparán las plazas de soldador de aluminio. Pero ¡atención!; tener una de estas cinco plazas no te asegura tu puesto de por vida. Cada año debes pasar un examen para conservarlo, y debes competir contra los nuevos aspirantes, realizando una soldadura impecable. Un proceso ejemplar, destinado a mantener el máximo nivel.

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