Aprilia Motó 6.5, o cuando un diseño original no lo es todo

Aprilia Motó 6.5, o cuando un diseño original no lo es todo
undefined

En 1994 Aprilia presentó una moto que, para bien o para mal, no dejó a nadie indiferente: se trataba de la Motó 6.5, obra del conocido diseñador industrial Philippe Starck. Este diseñador francés tenía un amplio currículum en diseño de mobiliario y auxiliares, pero, aunque aficionado al motociclismo, no era uno de los habituales del mundo de la moto. La Aprilia Motó 6.5 entró en producción un año más tarde, en 1995. 

Partiendo del motor monocilíndrico LC de 652 c.c. y 5V de la Pegaso -de origen Rotax- Starck creó, con líneas suaves, una moto asexuada: “un aparato bello, ligero, muy ciudadano, y que no tuviera sexo", comentaba el diseñador de su moto.

Todo en ella era redondo, desde su depósito hasta el chasis. También el escape, con dos salidas por la parte inferior del motor y también lo eran los pequeños relojes o el faro. La llanta delantera era de 18”, la potencia, de 42 CV y el peso, de 150 kg.

La indefinición de la Motó 6.5 fue parte de su fracaso: no era una trail, ni una supermotard o una naked al uso, ni un scooter. Fue adquirida básicamente por gente como arquitectos, diseñadores, artistas o ‘yuppies’ -gente habitualmente poco ligada al mundo de la moto- para un uso casi exclusivamente urbano, al tratarse de una moto ágil en ciudad y, al mismo tiempo, poco adecuada para viajar o hacer curvas, ya que era más bien nerviosa. Por su parte, el ‘mono’ era bastante tosco a bajas vueltas.

Debido a su reducido número de unidades vendidas y por su misma exclusividad actualmente ha pasado a ser una moto valorada por coleccionistas.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...