Aprilia Caponord 1200 Travel Pack: Bajo control

Los Alpes marítimos fueron un escena­rio fantástico donde conocer una ver­sión muy especial de la Aprilia Capo­nord. Saliendo muy cerquita de Niza la cara­vana de Aprilia de la que formamos parte, nos dirigimos al Parc Naturale Régional du Verdum, para acabar en Barcelonette, en plenos Alpes de la Alta Provenza. Con el lago de Sainte-Croix y las gargantas de Sant Louis como uno de los decorados más atractivos, culminamos el mítico Col de la Bonette, donde llegamos después de mil curvas, y que acabó bajo una intensa lluvia. El día nos ofreció la posibilidad de probar a fondo las ven­tajas de la electrónica de nuestra especial Caponord Travel Pack, equipada a tope... El Col de la Bonette tiene 2.802 metros de altura y se considera el puerto más alto de Europa al que se puede llegar por asfalto.

La Caponord no ha sufrido una gran remodelación desde su aparición en el mercado hace dos años. La última versión fue presentada hace unos meses en el salón Intermot, la nueva Rally, más pensada para los viajes todoterreno, más por pistas que por carreteras. Pero la Caponord estándar equipada con el Travel Pack se convierte en otra moto, una versión muy completa gra­cias a la adopción del sistema de suspensiones con regu­lación electrónica (ADD), cruise control, maletas rígidas y caballete central.

Las dos maletas laterales de 29 litros disponen de la misma capacidad porque el escape tiene salida baja y el silencioso, que en caso de la ver­sión que disfrutamos estaba firmado por Arrow, es abatible. Es decir que tiene dos posiciones: una más baja si se monta la maleta del costa­do derecho y otra más elevada para circular sin maletas y, por tanto, ganando distancia libre al suelo. La experiencia de los italianos en compe­tición, concretamente en el Mundial de SBK, se aprecia en el sistema de acelerador electrónico (ride by wire), que permite montar, además del imprescindible ABS y el ATC –Aprilia Traction Control–, un sistema de suspensiones semiac­tivas denominado ADD (Aprilia Dynamic Dam­ping).

En Aprilia han montado en esta Caponord llantas de 17” y han preferido darle a su nueva montura una orientación encaminada a ser una buena moto para recorrer grandes distancias, especialmente en esta versión Travel Pack en la que no falta el denominado Aprilia Cruise Control, por el que, escogiendo tu velocidad de crucero, ésta se mantiene hasta que acaricies la maneta del freno delantero, embrague o pedal del freno trasero.

Sentados en el confortable asiento se controla la instrumentación con un gran display 100 % digital, equipado con dos pulsadores en el lateral que permiten el control de todos los parámetros, incluido el ABS, nivel de actuación del control de tracción, mapa de potencia (Sport, Touring o Rain), cruise control, y conocer el consumo ins­tantáneo y otras infos habituales, entre las que echamos en falta el indicador de temperatura ambiente. El manillar es bastante ancho, el tron­co se sitúa en una posición bastante erguida y a los pocos kilómetros nos dimos cuenta de que el bicilíndrico tiene carácter...

Da la sensación de que siempre empuja, pero a su vez es agradable y elástico, pues se adapta bien a las diferentes situaciones y diferentes tipos de carreteras.

El control de tracción heredado de las RSV4 –campeonas SBK 2014–, aunque con tres niveles en lugar de ocho, funcio­na en su justa medida, sin ser demasia­do intrusivo en los dos primeros niveles y en el tercero es muy efectivo bajo la lluvia. En caso de una pequeña pérdi­da de adherencia, actúa conteniendo el par, y si esa pérdida se acentúa, retarda el encendido.

El carácter del bicilíndrico en V es agradable y, a partir de las 2.000 rpm y hasta las 4.000, res­ponde con suavidad y, pese a que por su configu­ración vibra un poco, lo cierto es que es suave, al igual que el cambio o el embrague, aunque éste es un poco duro de tacto. Sobre los 120 kilómetros por hora gira a unas 4.200 rpm y se encuentra a gusto entre las 4.000 y las 6.000 rpm.

Las suspensiones semiactivas funcionan. Se trata de un sistema por el que no se regulan en función de los diferentes mapas del motor (Sport, Touring o Rain), sino que tienen capacidad para reconocer las solicitudes del asfalto y también las del conductor, tanto si se está acelerando, frenan­do, manteniendo el gas de forma constante o si está conduciendo de forma agresiva. Es decir que es capaz de adaptarse al estilo de conducción para dar el mejor setting posible. La información que llega a través de los diferentes sensores y de la centralita determinan la mejor combinación para cada situación y garantizan siempre el confort y el equilibrio de la moto. Lo cierto es que nos ha pare­cido un sistema por el que la Caponord consigue tener un comportamiento muy neutro, en el que las suspensiones se contienen especialmente en las frenadas. Cuando entras en la curva, recuperan, y a la hora de abrir gas, vuelves a tener el mismo feeling que antes de la frenada, con lo que se con­sigue una sensación de fluidez y neutralidad en el paso por curva que marca la diferencia, además de que la moto se muestra muy estable en frenada.

El depósito de combustible tiene 24 litros de ca­pacidad, y a nosotros nos dio un consumo medio de 7,4 litros a los 100 kilómetros.

Resumiendo, tras nuestra experiencia en Los Al­pes, con esta versión tan especial de la Caponord, que presenta un interesante equipo de suspensio­nes en esta versión Travel Pack, podemos afirmar que los italianos han demostrado saber aprove­char su tecnología de última generación en una moto que invita a los largos viajes y en la que la sensación es que siempre tienes la situación bajo control.

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