El 8 de julio de 2019 fue el día más triste en la vida de Carles Capellades. El maldito cáncer se llevo por delante la vida de su esposa Dolors, después de meses de lucha intensa contra la enfermedad.
Pero ese día, lejos de terminar su historia de amor, nacía otra aún mucho más intensa y apasionada. Una aventura que sumaba las dos grandes pasiones de Carles: su compañera, y el entusiasmo que a ambos les llevaba a vivir la vida desde la máxima intensidad.
Un año antes del comienzo de este calvario, Carles tuvo la oportunidad de participar en la Alpes Experience, promovida por Honda a través de Solo Moto. Cuatro mil kilómetros en moto durante una semana a través de los puertos más emblemáticos de Francia, Suiza e Italia, guiados por este compañero tan excepcional que es Lluís Morales. Un personaje que el destino unió de forma gloriosa al de Carles; un tipo que si no existiera habría que inventarlo. Alguien de quien fiarse; el clásico tío al que le comprarías una moto usada sin dudarlo.
Nuestro motard volvió tan satisfecho de la excursión -algo que llevaba tiempo planeando y que no pudo hacer realidad hasta cumplidos los 54 años- que Dolors supo decodificar que, al regresar, la actitud de su compañero correspondía a la de alguien que había vivido la felicidad en una forma de expresión superlativa. Como aquel que descubre El Dorado, viaja hacia donde nace el Arco Iris, o encuentra el Arca Perdida mucho antes que Indiana Jones.
Cuando Dolors empezó a enfermar supo pronto que el desenlace del proceso iba a causar un dolor inmenso en su compañero de vida. Entendió que Carles en adelante iba a necesitar de estímulos vitales que le ayudaran a paliar su ausencia, y por eso le pidió, le rogó, casi le suplicó, que cuando ella ya no estuviera repitiera aquel viaje que tanto le había gustado. Por ella; pero sobre todo: por ambos.
No hubo nada que pudiera cambiar el guión del destino, y Carles grabó en su corazón, como si de un mantra se tratara, la frase “la fortaleza crece en proporción a la carga” escrita por el americano Thomas Wentworth Higginson, que luchó durante toda su vida por la abolición de la esclavitud en Estados Unidos.
Capellades cumplió el deseo de Dolors. Sabía que nada la haría más feliz.
Alpes contra el cáncer, el inicio
Animado por sus dos hijas, empezó colgando un video en Youtube donde explicaba su proyecto. Buscadlo y encontraréis la definición de la autenticidad hecha imagen.
La grabación se hizo viral, y Carles empezó a recibir muestras de apoyo y de solidaridad de todas partes del mundo. De gente que no le conocía de nada, pero cuyo corazón está fabricado con la misma materia prima que la que tenía Dolors: la sensibilidad.
Dicho y hecho. Carles Capellades volvió a los Alpes. En moto, con su Africa Twin, como le pidió su mujer con la alegría que sólo el cariño puede impulsar.
Pero con un aditivo. El viaje tendría un doble sentido. Por cada kilómetro recorrido, por cada metro ascendido por el tejado de Europa, Carles iba a recolectar un dinero por parte de cuantos quisieran solidarizarse a su iniciativa. Sólo pedía dos euros por cada puerto conquistado a quien quisiera aportarlos.
Una recaudación dirigida al programa de Musicoterapia de la Asociación Benéfica Anita, del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, para niños enfermos de cáncer. Un destino impecable.
Fueron 53 puertos por los Alpes. 5000 Kms. con la Alpes Experience. Y luego otros 3000 más por los Pirineos, de por libre. Y la aventura siguió, y siguió…
De momento ya se han entregado casi 8.000 euros a sus destinatarios (que se sumaron a otros 16.000 recaudados por diversas iniciativas para sufragar un año de actividad de la fundación Anita). Pero pueden ser muchos más. De ti depende, amable lector o lectora.
Carlos ha recogido toda la experiencia en un libro fantástico, inmenso. Pequeño en tamaño, inmenso en generosidad. Escrito con la tinta que emana desde la autenticidad.
“Alpes contra el cáncer”. No te lo pierdas. Mucho más que motos, mucho más que kilómetros, mucho más que un viaje. Un libro por una buena causa. Una lectura que nos alimenta el alma. Compradlo*. Leedlo. Cerrad los ojos y oleréis la hierba de los prados que adornan cada curva, cada metro de asfalto. Y veréis sonreír a Dolors.
* Utilizando las cuentas de Carles Capellades en las RRSS:
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