Alemania e Italia ya no quieren prohibir la venta de vehículos de combustión en 2035

Alemania e Italia ya no quieren prohibir la venta de vehículos de combustión en 2035

La Unión Europea podría dar marcha atrás en su decisión de prohibir la venta de nuevos vehículos de combustión (gasolina y diésel) e híbridos a partir de 2035 tras el cambio de opinión de Italia y Alemania.

Hace unos días la Unión Europea (UE) ratificó la normativa que en principio pondrá fin a la venta de coches y furgonetas de diésel y gasolina a partir de 2035. Para ser exactos, el pleno del Parlamento Europeo aprobó el pasado 14 de febrero la norma (incluida en el ambicioso paquete climático europeo ‘Fit for 55‘) con la que la UE quiere reducir sus emisiones en un 55% para 2030. Lo hizo por 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones. Una prohibición de la que, sin embargo, las motos y los vehículos ligeros (categoría L) están excluidos.

Pues bien, los gobiernos de la UE podrían tumbar la semana que viene la norma aprobada por la Eurocámara. No en vano, Alemania e Italia podrían cambiar ahora su voto, que sumado al rechazo de Polonia (que votó no en su día) y Bulgaria (que se abstuvo) –y probablemente también de Hungría– sería suficiente para tumbar la prohibición.

Las dudas de Alemania

Este vuelco inesperado se explica por el cambio de postura de última hora de Berlín y Roma, a quienes les han entrado dudas sobre el impacto de esta decisión en la industria y los usuarios en una fase extremadamente tardía de un largo procedimiento legislativo.

La primera señal del cambio de postura de Alemania la vimos el pasado lunes cuando el Secretario de Estado de Transporte Michael Theurer pidió a la Comisión Europea una propuesta para que los coches de combustión puedan seguir funcionando con combustibles sintéticos (o e-fuels) más allá de 2035. "Estamos convencidos de que el coche eléctrico es el camino a seguir. Pero necesitamos otras opciones. Para nosotros, la neutralidad tecnológica es importante, así que necesitamos la tecnología del hidrógeno y también e-fuels. Especialmente en vehículos pesados", alegó.

Su jefe, el Ministro de Transportes Volker Wissing fue un paso más allá dos días después y directamente amenazó con bloquear la prohibición de los vehículos de gasolina, diésel e híbridos porque la UE no ha presentado ningún plan sobre los e-fuels. Asimismo, Wissing aseguró que cuenta con el respaldo de la Asociación Alemana de la Industria Automovilística. Y además se escudó en el elevado precio de los coches eléctricos. "No todo el mundo puede permitirse un coche caro", aseveró.

Italia secunda la postura alemana

Por su parte, Italia ya ha dicho claramente que votará en contra del reglamento que prohíbe la venta de vehículos de combustión a partir de 2035 en la Unión Europea. Sin ir más lejos, el Ministro de Transición Ecológica Gilberto Pichetto argumenta que la UE no puede apostarlo todo a la carta del coche eléctrico, sino que debe dejar espacio a otras opciones. "El uso de combustibles renovables, compatibles con los motores de combustión, contribuirá a una reducción de las emisiones sin exigir sacrificios económicos inalcanzables a los ciudadanos", explica. Se trata de "evitar repercusiones negativas para el país tanto en términos de empleo como de producción".

La oposición de alemanes e italianos a la decisión tomada por el Parlamento Europeo se unen a las posiciones contrarias a la misma de Bulgaria y Polonia. Cuatro países (al menos por ahora) que, de juntarse, constituirían un bloque minoritario decisivo para frenar todo el proceso.

Veremos si este viernes 3 de marzo Alemania e Italia reiterarán su oposición a la hoja de ruta establecida por la UE de forma más o menos clara. La ratificación formal y definitiva se espera en la reunión del Consejo de Ministros de la UE del 7 de marzo.

A la luz de lo dicho hasta ahora, parece que todavía hay partido.

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