Abre tu mente

Parado en un semáforo, un curioso solomotero no puede evitar preguntarme: “Qué, de pruebas, ¿no? ¿Y cómo va? Bueno, ya te leeré el próximo martes”. Más adelante, un jardinero dejar ir la cortacésped y se para, atónito, ante la DN-01. “¡Ostras! ¡Qué guapa! Es una 1.200 cc, ¿no?”. Mientras espero al fotógrafo,

otro transeúnte se detiene para ver qué es esto. Y tras él, otro y otro más... pronto se forma un corrillo.

Tengo que salir por patas porque todos quieren verla, tocarla. Honda ha hecho una moto que gustará o no, pero lo que sí está claro es que llama la atención.

Nunca antes me había pasado nada igual con ninguna otra moto de pruebas...

Sí, la DN-01 es poco convencional, bajita, de asiento ancho, con posición de conducción y plataformas de custom (cómoda), semicarenado en forma de tiburón con tres faros (dos elipsoidales de cortas y uno rectangular central de largas) y una estética que sencillamente no es de este mundo. Gracias a

ello ya tiene un público ganado, público que en cuanto conoce, además, que la moto se lleva como un scooter, sin marchas, y que no hay maneta de embrague ni palanca de cambios, se pone contento y espeta: “¡Uy, qué bien! Así me la puedo comprar, porque eso de las marchas para mí es un rollo!”.

SIN INTERRUPCIONES

Dotada del mismo bicilíndrico en V a 52 grados que la Deauville

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...