Ya lo habíamos dicho, Márquez ha decidido responder a todo lo que ha pasado desde el Gran Premio de Argentina ganando, y de paso, haciéndolo a lo grande.
Pero si pensábamos que el de Cervera es indiferente a las circunstancias, estábamos muy equivocados. Son pilotos profesionales, son los mejores, pero no son piedras ni de hielo. Eso si, que les afecte no significa que sea para peor, y en este caso ha sido para mejor.
Él mismo reconocía al finalizar la carrera que había realizado una de sus mejores salidas, seguramente «por la adrenalina y la rabia interior que me hace sacar un poquito más«.
Además, cuenta que su estrategia era claramente liderar la carrera desde el principio y así tener una carrera tranquila: «Así luego no hay que hablar. Me sentía con opciones de mejor ritmo, de intentar abrir distancia y ya que podía preferir salir, y ganar«. Aunque reconoce que «tenía especial motivación con esta carrera y especiales ganas de hablar en pista, que es donde se me da mejor«.
Esta ha sido la primera vez en una carrera de MotoGP que el piloto del Repsol Honda decide dominar una carrera desde el principio, pero dice que lo sentía así, y que «siempre hay una primera vez para todo«.
Palabras que, como decíamos, demuestran que al final todo pasa factura. Y quizá, pese a que el tenga su estilo propio, en esta ocasión sí ha cambiado un poco las formas, y ese estilo suyo, para evitar problemas.
Márquez comentaba entre risas que cuando le han dicho que llevaba entre 6 y 7 segundos de ventaja, por un momento se le ha pasado por la cabeza ir a por los 10 segundos de distancia. Sin embargo, ha decidido que los 25 puntos serían los mismos y ha seguido al mismo ritmo.
En cuanto Nicky, Márquez ha comentado lo especial que había sido la vuelta de honor, y el buen amigo que era Hayden, además de un gran piloto dentro de Honda y dentro del Paddock.
