El pasado 19 de junio, la madrileña y serrana población de Pelayos de la Presa acogió la 1ª edición del evento Clásicas OnRoad. El primero que realiza la novel y voluntariosa asociación, dedicada a las motos veteranas y especializada en la gloriosa producción de los años 70, 80 y 90 del siglo pasado. Allí se dieron cita modelos descatalogados de todo tipo y que en su día seguro que ocuparon más de un sueño de juventud. Además, pudimos compartir ruta, mantel, charlas, premios y hacer nuevos colegas también “enganchados” a las clásicas. Sin duda, fue un gran estreno por todo lo alto.
La verdad es que durante los preparativos del evento no pintaba nada claro poder llevarlo a cabo debido a su formato multitudinario. Teniendo en cuenta que cuando se empezó a dar forma a esta primera edición del Clásicas OnRoad el país aún se encontraba confinado y nada aseguraba que para la fecha prevista ya estuviera permitida la reunión libre y los desplazamientos sin justificación por todo el territorio. Pero eso no fue impedimento para el inquieto equipo de Clásicas OnRoad pudiera celebrar su estreno en sociedad. Además, lo hizo con una organización impecable gracias a su inquieto equipo, y que contó con el patrocinio de firmas como Benelli, RibéSalat, Motos Speed Bike o lubricantes Motul, entre muchos otros colaboradores.
Unas 50 motos se dieron cita bien temprano el sábado en el recinto del (fallido) Centro de Interpretación de la Sierra Oeste, y donde no faltó un muy profesional photocall para inmortalizar la salida de los participantes. Tampoco pudieron ser más los inscritos, debido a que las autoridades locales desaconsejaban una mayor concentración de gente por las restricciones provocadas por el Covid-19. Los interesados pagaron una inscripción de 80 € (140 € en el caso de ir acompañados), con la que se recibía un pack de bienvenida y que daba derecho a la participación en todas las actividades programadas, además de tener incluidas todas las comidas de la jornada.
Clásicas OnRoad, el museo se pone en marcha
Así que, tras un buen desayuno en el restaurante La Casona (convertido en centro de avituallamiento del evento), se dio inicio a la ruta turística de unos 150 km y que discurría por las provincias de Ávila y Madrid. Partiendo desde Pelayos de la Presa y poniendo rumbo a Cebreros, El Hoyo de Pinares, Las Navas del Marqués, Santa María de la Alameda, Peguerinos, Robledondo, el Puerto de la Cruz Verde, San Lorenzo de El Escorial, Robledo de Chavela y vuelta al punto de partida.
La organización ubicó unos puntos pintorescos para el participar en el concurso fotográfico. Además, no falto el soporte gráfico con hasta tres profesionales como son Quique Arenas (Motoviajeros), Nano Parody (Rutas Perras) y Jose Manuel Serrano (El rectángulo en la mano) apostados en varios puntos del recorrido y que han hecho posible ilustrar tan bien el reportaje.
Sin duda, lo que fue un deleite para todos los sentidos es poder volver a apreciar el rugido aterciopelado de la Benelli 750 Sei adornada por sus seis tubos de escape, la preparación Japauto 1000 VX con su singular doble cadena secundaria, una rara Honda CB500 Four, la elegante Benelli 654, la humeante Bultaco Metralla GTS, el escuadrón de Montesa Impala, Ducati Pantah 600 SL, BMW R 80/7, las glamurosas Honda Gold Wing de las primeras generaciones y muchos más modelos coetáneos y con sus años a cuestas; como una impecable Honda VFR750F o la no menos mimada e icónica Honda VFR750R “RC30”.
Todas ellas enriquecieron con sus encantos y “estilazo” los retorcidos trazados de la Sierra Oeste por un día. También destacar el activo grupo de las RRSS Old School Al-Andalus y su impulsor Iván, siempre tan atento con los medios y que es una enciclopedia andante de la prensa especializada.
Y más actividades…
La conclusión de la ruta tuvo como recompensa un refrescante aperitivo y la contundente paella. Momento para comentar “la jugada” y todo lo vivido durante la mañana a los mandos de las veteranas. Además de ponerse al día en el reencuentro que supuso para sus, también, veteranos usuarios.
La tarde aguardaba en el Centro de Interpretación la exposición de algunos modelos clásicos de competición de Benelli, así como la Suzuki RG500 de Paco Rico, Campeona de España de Velocidad de 1983; una Ducati 851 del reputado técnico Evelio Tejero; entre otros modelos de competición de producción nacional con mecánicas de dos tiempos. Lugar donde hubo una ponencia por parte del técnico vallisoletano y los especialistas en seguridad vial de IMU; además de la entrega de premios.
La cena fue en el aledaño Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias y, posteriormente, se amenizó la velada con el directo más gamberro del grupo musical Instituto Capilar Corleone. Integrada, entre otros miembros, por el polifacético DaniRacing que esta vez además se vino a disfrutar de la ruta con su Bultaco Metralla GTS y también hizo de mecenas cediendo una BMW R80/7 a otro compañero testigo gráfico del evento. El recital de versiones musicales puso el broche de despedida a este primer encuentro de Clásicas OnRoad.
Ya se está trabajando en la siguiente edición, a celebrar en la zona del Montseny en Cataluña, otra más en Andalucía y habría una más en Asturias. Así que atento si te van las reliquias del museo, pero eres más de verlas en marcha y en su salsa.
Fotos participantes de la 1ª edición Clásicas OnRoad.