Jerez fue el escenario elegido por Crivillé para anunciar su retirada. El único piloto español campeón del mundo de 500 c.c. ponía así fin a 14 años de carrera deportiva. 20 victorias, 66 podios, 12 poles, 20 vueltas rápidas y dos títulos mundiales le avalaban. Pero más allá de los números, Crivillé ha sido el piloto que abrió la puerta de la categoría reina a los españoles, demostrando que se podía batir la hegemonía americana. Él fue quien puso los cimientos sobre los que hoy cosechan victorias Marc Márquez, Dani Pedrosa o Jorge Lorenzo.
Entre su primera victoria en 500 c.c. en Holanda 1992 y ese ansiado título mundial conseguido en Brasil en 1999 pasaron siete años, aunque lo importante es que finalmente llegó. ¡Y qué siete años! Quién no recuerda los inicios en el equipo Repsol Honda en el 94', sus batallas con Doohan a lo largo de todos esos años... El incidente de Eastern Creek, las míticas derrapadas en la curva Repsol de Montmeló 1996, la última vuelta de Mugello 1996 frente a Max Biaggi, o la última del mismo año en Montmeló frente a Okada. ¡Sin olvidar el último giro de Brno 1996!
Y es que Crivillé era uno de los mejores frenadores y un destacado piloto de "sprint" final. De hecho 12 de sus 15 victorias en la categoría reina se gestaron en esos últimos compases de carrera. Suya fue la valentía de plantarle cara a pilotos experimentados y asentados en la categoría como Doohan, Ito, Okada, Puig, Schwantz o Beattie y a nadie le cabría duda que buena parte del éxito que el motociclismo español cosecha hoy en día se lo debemos a aquel joven de Seva que junto a su hermano Josep un día decidió que quería ser campeón del mundo. En 1986 ganó el Criterium Solo Moto, y la aventura empezó.
Tras diversos problemas físicos, su carrera deportiva terminaba el año 2002 en Jerez, pero desde aquí nos sumamos a un gran a intenso ¡Gracias Crivi!